Un espacio para el cuerpo: El Llamado del Águila: X Consejo de Visiones

Viernes, 15 de Octubre de 2010 00:00 Escrito por Lorraine Krohnengold

En nuestra búsqueda de opciones y alternativas para vivir en paz y armonía con nosotros mismos y nuestro entorno, en una época en la cual la medicina oficial se enfoca en los males físicos aislados de los emocionales y del alma, mismos que ya se ha comprobado que siempre van unidos, en la que no basta con predicar acerca de la extinción del planeta, sino hacer algo al respecto diariamente, cunden las convocatorias para tratar de encontrar soluciones.

Se suscitan todo tipo de eventos de los cuales un gran porcentaje tienen exclusivamente fines lucrativos y en los cuales los asistentes suelen estar tan ávidos y vulnerables o aburridos, que se compran cualquier cosa.

Es difícil discernir entre lo falso y lo auténtico, pero aquella vocecita dentro de nosotros que intuye y distingue, además de las facilidades que nos aporta la cibernética, nos ayudan a determinar lo que va por buen camino y lo que no.

Las reuniones en las que sólo se busca el “sexo, drogas y rock’n roll” se siguen dando detrás de diversos disfraces, pero también existen muchos encuentros que, pudiendo aparentar ser una fiesta “de hippies” o un rave más, son legítimos congresos para dialogar y solucionar las problemáticas actuales y de todos los tiempos.

Tal es el caso del Consejo de Visiones, que este año tendrá su sede en Chalmita, en el estado de México, del 13 al 20 del próximo mes de noviembre.
Hace dos décadas, un grupo de ecologistas, artistas y místicos de varias nacionalidades que se denominaban a sí mismos Puente de Wirikuta, al estar viajando juntos por Estados Unidos, hicieron contacto con el movimiento biorregional, el movimiento Rainbow, y un consejo de pueblos indígenas de Norteamérica.

“Inspirados por el aprendizaje ecológico, científico y místico que todos habíamos ido adquiriendo a través de nuestras respectivas experiencias, decidimos hacer un evento que incluyera no sólo la parte lúdica y festiva de estas reuniones, sino la parte más seria, organizativa y científica que se enfoca en lograr metas específicas”, explica Alberto Ruz, riguroso convocador, organizador y partícipe en cada una de las áreas de las múltiples reuniones internacionales de este tipo que se han realizado desde entonces.

“Nombrándonos en ese momento el ‘Grupo Semilla’, a través del tiempo siempre hemos ido buscando que nuestras reuniones estén vinculadas a una comunidad para tener interacción con ella y que también quede algo en beneficio de la misma.

Así surgió el primer ‘Consejo de Visiones de Guardianes de la Tierra’, que tomó lugar en el centro ceremonial otomí de Temoaya en el estado de México en el año de 1991”, añade el activista.

“A este exitoso primer encuentro, en el cual se logró crear El Centro de Educación de Tradiciones y Lenguas Indígenas entre otros objetivos, le siguieron los encuentros que resumo a continuación: el segundo consejo tomó lugar en 1992 en la comunidad pesquera de Mazunte, en la costa de Oaxaca. Uno de los grandes logros de esta junta fue que la comunidad se autonombró ‘la primera reserva pesquera ecológica campesina’, misma que hoy en día se dedica a la crianza de varias especies de tortugas marinas, al turismo de bajo impacto y a la fabricación y comercialización de productos de belleza e higiene personal naturales que se elaboran a partir de materias primas locales.

En el tercer consejo, realizado en 1993 en el centro ecoturístico de Nanciyaga, a orillas del lago de Catemaco en Veracruz, se ha continuado la organización de consejos biorregionales locales que han fortalecido las relaciones entre los diversos grupos de la región y la comunidad se dedica a la permacultura, la práctica de la medicina natural en forma y el ecoturismo.

El cuarto consejo se llevó a cabo a las orillas del lago Zirahuen, en el estado de Michoacán en el año de 1994. Gracias a esta reunión se fortaleció la comunidad intencional de Arocutín y se propuso la modificación de la ley de envases y embalajes ante el Congreso de la Unión.

En 1994, en la reunión que tomó lugar en Cuauhnáhuac, Morelos, se fortaleció la red de los grupos de Morelos y se apoyó la lucha del pueblo Tepozteco el cual finalmente recuperó algunas de sus tierras.

En 1995, el quinto consejo se realizó en la comunidad de Tato, en el estado de Jalisco, teniendo como anfitrión al grupo MAIS (Mancomunidad Indígena Solar).

Convocado en el campamento Meztitla de Tepoztlán, Morelos, el sexto Consejo de Visiones se amalgamó con el Primer Consejo Biorregional de las Américas en 1996. Este evento brindó una fuente económica y de solidaridad política muy importante dentro del contexto de bloqueo económico, político, turístico y vial en el que se hallaba Tepoztlán.

En 1997, se llevó a cabo el séptimo consejo en el ejido Las Palmas en Tulúm, Quintana Roo. Gracias a este encuentro, el Cenote de Dos Palmas se volvió un ejemplo de jardín comestible con diseño permacultural en el cual se promueve el ecoturismo y la medicina natural.
En el octavo consejo que se realizó en la conflictiva comunidad de Tzajalá, Chiapas, se sembró una propuesta de vida alternativa que se sigue hasta la actualidad.

En el año 2003, tomó lugar el segundo Consejo Biorregional de las Américas que se nombró ‘El Llamado del Cóndor’ y se realizó en un campamento ecológico en las montañas de Machu Pichu en Perú. Siendo anfitriona la Caravana Arcoiris por la Paz, participaron también el Congreso Biorregional del Norte, el Consejo de Visiones de México, la Red Arcoiris de España dirigida por Emilio Fiel, el Movimiento Internacional de Paz de Trece Lunas creado por José Argüelles, el Global Ecovillage Network y la Red de Ecoaldeas de las Américas, el Rainbow Nation, y los consejos indígenas Andinos, entre otros grupos.

La comunidad y multiversidad Iztac, situada en la biorregión que se encuentra al pie del volcán Ixtlaccíhuatl en Amecameca en el estado de México, fue sede del noveno consejo en el año de 2004.

La Caravana Arcoiris por la Paz, la Caravana Ahimsa de Brasil, la ecoaldea Flor de Ouro y la comunidad afrobrasileña del Quilombo Mohíno, la red de grupos de Permacultura del Brasil, el Movimiento de Paz de Trece Lunas sudamericano, la Red de Ecoaldeas de Brasil, la Asociación Brasileña de Comunidades Alternativas, entre otros grupos, fueron anfitriones del ‘Llamado del Beija Flor’ en el tercer Consejo Biorregional de las Américas en el año 2005 realizado en la Chapada dos Veadeiros, Alto Paraíso, Brasil”, detalla Alberto.

Alberto Ruz con la Mazorca, Compañera de sus viajes por Sudamérica

Aproximándonos al X Consejo de Visiones denominado esta vez “El Llamado del Águila”, Alberto explica que al original Grupo Semilla de aproximados 30 miembros de generaciones pasadas y nuevas, se han sumado este año el grupo anfitrión Nierika, con sus propias gentes y conexiones y la comunidad del pueblo de Chalmita.

“Además, como en las mismas fechas iban a tener sus propios eventos las redes iberoamericanas de conciencia y luz con una de sus sedes en Casa de la Red en Cuernavaca, cuyo fundador y editor de la Red Luz y la Red Anáhuak desde 1996 es Ricardo Ocampo, decidimos unir fuerzas”, añade Alberto. “También se agregará a este consejo la Ceremonia del Encendido del Fuego Nuevo llevada a cabo por Gerardo Sandoval.”

Explica Alberto que “no ha sido nada fácil reunir a tanta gente, pero creo que está resultando un gran paso de inclusión de otras redes que complementan otros aspectos no incluidos anteriormente en el Consejo de Visiones, tales como la comunicación entre redes sociales que Ricardo Ocampo, Mauricio Bermúdez y Gerardo Sandoval sí manejan y le dará un carácter más amplio al evento. Invité a las nuevas generaciones tales como la del grupo Ometéotl de jóvenes que organizan raves con una connotación educativa y de consciencia, quienes nos podrán dar una visión más actualizada.

Yo abogo por los procesos de inclusión en los cuales, si bien hay muchas diferencias en nuestros procedimientos y esto provoca discusiones, compartimos una misma visión.”

Parte de los problemas que se suscitan en este tipo de encuentro tienen que ver “con aquellas personas que quieren ser becadas y que, en muchos casos, ni siquiera participan en las reuniones, son los primeros en ponerse en la fila para comer, no ayudan ni al montaje ni a la limpieza del evento y, además de todo, acaban quejándose ‘de la mala organización”, lamenta Alberto, que de ninguna manera pierde ánimo.

“La tarifa estipulada para la asistencia a este evento apenas alcanza para cubrir los gastos y en años anteriores los organizadores hemos tenido que ocuparnos de cubrir el déficit. Estamos incluyendo siete días de hospedaje que, aunque sea para acampar, implica una preparación del lugar, la creación de letrinas, separación de basura, talleres, temazcales, duchas, contratación de equipo de sonido, transporte, lo invertido desde ahorita para adecuar el espacio, construir terrazas, limpiar áreas para poder acampar y para becas de algunos abuelos de la tradición y gente de Chalmita que no cuentan con recursos. En fin, se trata de construir toda una infraestructura que es pasada por alto en muchos de los casos y la cual es justo el ejemplo de una vida alternativa.

Nosotros los del Grupo Semilla, ya hemos depositado nuestra propia contribución para no ser un peso más sobre el evento. No queremos atraer miles de gentes que confundan fiesta para perderse con un festejo y celebración para encontrarse, y la capacidad del lugar no da para más de 800 personas. En otros encuentros, la cantidad de gente ha rebasado los límites y de alguna manera la hemos contenido, pero en Chalmita no podemos rebasar los límites porque no hay lugar para ello y lo que queremos es generar un impacto positivo y no uno destructivo, para poder beneficiar al pueblo y ser un ejemplo de los que predicamos.”

Aprovechando que el Centro Temictla, situado en el Pueblo de Chalmita, Municipio de Ocuilán, forma parte del Gran Bosque de Agua, que provee a 35 millones de habitantes en el Distrito Federal, Cuernavaca y Toluca de este líquido vital, uno de los temas de más relevancia que se tratará es el del peligro de destrucción en el cual se encuentra esta zona debido a la urbanización y las maneras que aún quedan para preservarla y restaurarla. Se convocarán consejos de ecología, movimientos sociales, tradiciones, salud, arte y cultura, espiritualidad, niños y jóvenes, guiados por expertos que crearán dinámicas prácticas y esclarecedoras basadas en proyectos y experiencias con resultados concretos en los diferentes temas. Es un convivio de grandes enseñanzas para los niños y jóvenes.

Seamos parte de la creación de un mundo mejor. Para mayor información sobre este encuentro, el Grupo Semilla nos ofrece la página www.consejodevisiones.org, en donde podemos encontrar la respuesta a prácticamente todas nuestras dudas al respecto.

Tomado de:

http://lajornadamorelos.com/noticias/cultura/91642-un-espacio-para-el-cuerpo-el-llamado-del-aguila-x-consejo-de-visiones